¿Qué Aprendimos?

En este año que casi concluye hemos vivido momentos tristes y momentos alegres. Momentos de incertidumbre y momentos en que la Paz de Dios nos inundó.

Fueron muchas las cosas que aprendimos.  Aprendimos a valorar la entrega, unidad y el esfuerzo para poder vencer los obstáculos que día a día enfrentamos y que con la dirección y guía del Señor pudimos avanzar logrando derrotar los miedos, la desconfianza, las limitaciones y las debilidades que pudimos albergar.

Entendimos que el desierto no es un lugar de sufrimiento sino de entrenamiento.

En realidad necesitábamos pasar por el desierto para que en medio de él poder salir fortalecidos. 

*¿Qué Aprendimos?* Aprendimos a valorarnos la vida y entender que es muy frágil y efímera.

-Aprendimos que necesitamos poner nuestros planes en las manos del Señor para que él los haga prosperar.

- Aprendimos que nada somos sin Dios y que él tiene planes de bien y no de mal para cada uno de nosotros, a fin de darnos un futuro y una esperanza. 

- Aprendimos que *”todo obra para bien a los que conforme a sus propósitos son llamados"*

(Romanos 8:28)

- Aprendimos a valorar la unidad en la familia, porque somos una familia. 

Por eso y muchas cosas más podemos decir: ¡GRACIAS! 

- Gracias a Dios por el 2021, porque a pesar de ser llamado año de muerte, tenemos vida abundante en Cristo Jesús. 

- Gracias a Dios por el 2021 porque crecimos, nos fortalecimos y nos re enfocamos. 

- Gracias a Dios por el 2021, porque abrió nuevas puertas y oportunidades para emprender y crecer.

- Gracias a Dios por el 2021, porque nos enseñó a mantener firmeza y dedicación. Que no somos de los que retroceden sino de los que avanzan para lograr llegar hacia la meta.

¿Qué más que decir: Gracias a Dios por el 2021, por todo lo que hiciste, por lo que haces y lo que harás, porque sabemos que estás en Control? 

¡Que realmente hayamos aprendido que sus planes son de bien y que la esperanza de saber que veremos nuevos comienzos nos mantenga expectantes en este nuevo 2022!

Bendiciones!

*Porque yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, declara el Señor: planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.* (Jeremías 29:11)