El pasado quedó atrás

Por Caroll Francis

Cuántas veces nos decimos "El pasado quedó atrás" y siempre caemos en la terrible tentación de mirar atrás y empezamos a soñar con él "si hubiera sido", "si hubiera hecho", "si hubiese tenido".

Cuan acostumbrados estamos en hacer las cosas por impulsos recurriendo a ese sentir tratando de recobrar lo que una vez tuvimos, sin recordar el porqué hoy no lo tenemos, mucho menos si fue o no la voluntad de Dios.

La reflexión es una herramienta que con mucha frecuencia no utilizamos, eso nos lleva a cometer errores hasta el punto del bochorno o la muerte misma.

Esta palabra de Dios "No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. (‭Isaías‬ ‭43‬:‭18-19‬ RVR1960)"  es una promesa que activa la voluntad de Dios en nosotros. Y el tenerla presente siempre, nos hace enfocarnos en su obra redentora, salvadora y llena de gracia para nosotros.

Como testimonio puedo decir que he vivido en varias ocasiones las consecuencias de mirar atrás y sólo he podido sacar la conclusión amarga de que no será y volver a caer en ese fango de sinsabor es realmente deprimente, pero aprender la lección es lo valioso y la misma consiste en detectar esos pensamientos a tiempo, no permitir que se arraigue en nuestra mente y corazón la misma, proclamar la promesa de que “Él hará cosa nueva y pronto saldrá a la luz” es lo más sano y esperanzador que podemos hacer, aferrarse a esa promesa y NO volver a mirar atrás jamás.